A pesar de que la movida madrileña acabó hace ya unos cuantos años, los bares de copas donde se sirven buenos Gin Tonic en Madrid siguen marcando estilo y creando afición.
Los hay que sirven el Gin Tonic como siempre... embebido en dos o tres rocas de hielo, con una rodajita de limón y alguna ginebra de buena calidad.
Los hay también que utilizan métodos modernos de nitrógeno líquido para enfriar el "nuevo invento".
También se incluye en algunos lugares, unos pétalos de rosas en el copazo que le da un toque aterciopelado y con matices más perfumados.
Pero yo que soy de la "vieja guardia", de esos roqueros que nunca lo han sido del todo y que prefiere lo sencillo, gusto de vez en cuando, paladear junto a una buena compañía el Gin Tonic de siempre, eso si... despacito, que vaya entrando de a poquito... para saborearlo con pasmosa tranquilidad y también, por qué no decirlo, para que la vuelta a casa no empañe la noche en alg´´un control de aloholemia (creo que me estoy haciendo mayor y me he vuelto responsable).
Todo será que un buen día, a las autoridades les dé por crear nuevos impuestos al alcohol y nos pongamos a la altura de Europa, restringiendo a sólo unos pocos privilegiados tener acceso a tales sitios de la noche.